Desde el emperador Nerón, se ha identificado como el anticristo a numerosas figuras históricas o ideologías totalitarias. Incluso ahora mismo, se dice que fenómenos inquietantes como el materialismo hedonista, el laicismo o el relativismo, esconden un carácter nítidamente anticristiano. Sin embargo, estos enemigos de la fe evitan que los creyentes se acomoden y luchen por crecer en el amor a Dios.
Sobre esta siniestra figura se ha escrito mucho. ¿Pero qué dice la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia?