Irene tiene 17 años. Es guapa, desenvuelta e inteligente pero ha repetido curso, sigue suspendiendo y su vida empieza a tambalearse. Desorientada, desasosegada y rebelde, se enfrenta con sus padres, se encierra en sí misma y cambia de amigos hasta que un día, en una fiesta, decide consumir pastillas para dar la talla en un mundo fascinante en el que quiere participar. A partir de ese momento iniciará un viaje de difícil retorno que le llevará fuera de su vida habitual y de su casa hacia un mundo del que antes ni siquiera sospechó que existía.