Schwejk es un hombre bondadoso y tontorrón que vive en Praga y se dedica a vender perros con pedigrí falsificado. Comienza la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y el ejército imperial comienza a alistar a los checos para enviarlos al frente ruso; mientras tanto los servicios secretos encarcelan a pacifistas y nacionalistas. El autor hace ingresar en el ejército al tontorrón de Schwejk a fin de poner en ridículo la maquinaria de guerra austríaca.