Novelilla realista. El león de Correos tiene una mirada feroz y mucha hambre, quizá porque solo come cartas. Al menos, eso le parece a Oscar, un niño de seis años que trata de calmar la supuesta furia del animal echándole caramelos cada vez que tiene que enviar la correspondencia de sus padres, hasta que un día descubre un gran secreto que le ayudará a superar su miedo.