Novelilla realista. El león de Correos tiene una mirada feroz y mucha hambre, quizá porque solo come cartas. Al menos, eso le parece a Oscar, un niño de seis años que trata de calmar la supuesta furia del animal echándole caramelos cada vez que tiene que enviar la correspondencia de sus padres, hasta que un día descubre un gran secreto que le ayudará a superar su miedo.
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Trata los miedos infantiles en una determinada edad. No hay dramatismo en ello. Oscar, a los seis años, es un niño con una gran imaginación que a veces le juega malas pasadas. Su hermana, un año menor que él, no es nada miedosa. Él tampoco lo era antes, ni lo será ya nunca más. El cuento narra cómo Oscar supera ese miedo al conocer la verdad. Solo cuando la conoce, logra vencerlos. Los padres son cariñosos, comprensivos y tratan de estimularle. En ocasiones a Oscar se le escapa alguna mentirijilla por orgullo o por justificar alguna actuación. Su hermana, con cierta presunción, se burla de él.
En la narración hay descripción y diálogo. El vocabulario es rico en matices, y adecuado a la edad a la que va dirigido. La letra es clara y su tamaño apto para niños lectores en esta etapa. Dibujos de gran ternura y expresividad esparcidas entre el texto, de diferentes tamaños, salvo dos escenas que ocupan completas las dos páginas contiguas; en ello predominan los colores terrosos y cálidos, en un dibujo a lápiz y coloreados con témperas. Gustará a partir de 6 años.