Escrito unos meses antes de su muerte, este ensayo de Simone Weil es el resumen de un pensamiento lúcido que aún hoy es de actualidad. Como dice Giorgio Agamben en el prólogo, este ensayo «no deja de interpelarnos por al menos dos razones. La primera es la crítica sin reservas del concepto de persona, el cual, a más de medio siglo de distancia, no ha perdido su actualidad.