Una tranquila mañana de septiembre del año 1922, el vapor "Oberburgemeister Hanke" salía del puerto de San Petersburgo, que ya había cambiado su nombre por Petrogrado, en dirección a Alemania. Con el tiempo, a esa nave se la llamó el barco de los filósofos. A bordo llevaba 25 intelectuales y artistas rusos expulsados por el gobierno soviético acompañados de sus familiares. Entre ellos Bulgakov, Ilin, Lapshin, Frank, Losski. También Nikolay Berdiaev y, con él, el manuscrito de El espíritu de Dostoyevski.