He aquí un relato excepcional que, en plan de absoluta confidencia y consulta, dirigió en 1940 García Morente, ya seminarista, a su Padre espiritual don José María García de Lahiguera, con posterioridad nombrado obispo auxiliar de la diócesis de Madrid-Alcalá, de la que precisamente Obispo el Patriarca de las Indias don Leopoldo Eijo y Garay, atrayente y cultísimo varón de múltiples Méritos, a quien se había dirigido García morente cuando dio el primer paso hacia su conversión. Notabilísimo documento por el interés biográfico y psicológico, por el lúcido rigor del pensamiento, Por el “hecho