Un libro de memorias centrado en la figura Stalin, en cuanto dictador y genocida, pero también un intento de reflexión sobre un aspecto fundamental para la memoria intelectual del siglo XX: la tolerancia de los intelectuales occidentales frente al estalinismo y a dictaduras "progresistas". Martín Amis aborda la figura de su propio padre, Kingsley Amis, como un caso concreto de intelectual amigo incondicional de la URSS durante ciertas etapas de su vida, o la el conocido ensayista Robert Conquest, uno de los primeros investigadores sistemáticos de las grandes purgas soviéticas