educación de los hijos

Relato escrito con pseudónimo sobre la vida de un un matrimonio madrileño y el día a día de su empeño por fortalecer la relación y por la educación de sus cuatro hijos. A ellos se une un buen grupo de personajes que se relacionan con la familia.

¿Por qué el Conejo Blanco de "Alicia en el País de las Maravillas" siempre va con retraso? ¿Qué hace fuera de sus horas de servicio en el palacio de la Reina de Corazones?

¿Está casado, tiene hijos? A través del diario de la esposa del Conejo Blanco, vamos a entrar en la intimidad de su pequeña familia, conoceremos a su progenie y descubriremos la cara oculta de un país en el que no suceden solamente cosas maravillosas...

¿Quién es la persona más importante en la vida de una chica? Su padre. La doctora Meg, Meeker, experta en adolescentes, después de veinte años aconsejando a chicas, sabe que su padre, más que cualquier otra persona, es la figura más determinante en la vida de las hijas. En este libro, los padres. Se considera esencial la presencia educativa del padre en el hogar y su dedicación de tiempo a los hijos. En la obra se desvelan 10 secretos sobre las chicas que actuando sobre ellos, a través de la palabra y el ejemplo, las chicas crecen más felices:

El autor, experto en temas familiares, trata un conjunto de situaciones cotidianas de la vida en las que aporta un consejo adecuado y práctico para los padres o suscita un punto de reflexión interesante. Les anima a afrontar con optimismo y fortaleza el reto de la educación, a fomentar la autonomía y el criterio en los hijos, a educar sin prisas y a largo plazo, etc. Reflexiona sobre las salidas nocturnas, la falsa tolerancia, la dependencia de la tecnología en detrimento de la vida familiar, los estragos del consumismo, la riqueza de la convivencia intergeneracional.

Genaro es un sapo que vivía con sus padres y sus hermanos pequeños cerca de una charca. Pero no estaba del todo contento: pensaba que sus padres hacían más caso a sus hermanos que a él. Así que buscó una solución, pero...

Las conversaciones con padres suelen acabar con una expresión de desánimo: "¡Qué difícil es ser padre!. Se trata de una auténtica manifestación de impotencia, cargada de pesimismo, todo lo comprensible que se quiera, pero inaceptable. Los padres no podemos hacerle concesiones al desencanto, sino ilusionarnos con el reto que tenemos entre manos. El cometido de este libro es darle la vuelta a ese comentario presuntamente inevitable y hacer posible este otro: ¡Es fácil ser padres!