«La Estrella de Sevilla» es, sin duda, uno de los dramas más apasionantes y sugestivos de nuestro teatro del Siglo de Oro. A sus cualidades teatrales, se unen ciertos enigmas propios de algunas de las mejores obras dramáticas de ese período. La atribución de su autoría a Lope hasta 1920 se debió más bien a intereses editoriales. A Andrés de Claramonte le apoyan en cambio serios argumentos para aspirar a su paternidad.