Está formado el libro por pequeñas piezas literarias que pueden ser leídas sin conexión con la anterior o la siguiente. Son reflexiones a partir de un acontecimiento, una convivencia o un encuentro; aldabonazos espirituales de anuncio o denuncia; interpelaciones o llamadas a la esperanza en que se siente concernido el lector: a veces son confidencias atrevidas que brotan del alma del autor; en ocasiones son una especie de himnos o salmos, de súplicas ardientes y de vibrante acción de gracias a Dios.