Para Cavarero, mientras que la rectitud pone el acento en la masculinidad, la verticalidad y la jerarquía, la inclinación, en cambio, lo pone en la feminidad, la horizontalidad y la ética del cuidado. La filosofía, el arte y la literatura han representado al ser humano o, mejor dicho, al hombre, como un ser vertical, derecho, erecto, cree la autora, una de les voces actuales más importantes del pensamiento occidental feminista junto a nombres como los de Judith Butler o Martha Nussbaum.