En mayo de 2006 Simone Veil decide contar su experiencia en Auschwitz-Birkenau.
Con muchos detalles de algo vivido y bastante ironía, Veil relata su experiencia en los campos de exterminio: el frío, el hambre, las vejaciones, las amistades, la relación entre los hombres y las mujeres, la «marcha de la muerte» a Bergen-Belsen y el retorno con sus renovadas dosis de humillación.