Mucha gente que ha visto las películas de El Señor de los Anillos o ha leído esta obra magna de J.R.R. Tolkien no se fija en los aspectos espirituales y religiosos de la obra. Cuando dan el salto a leer El Silmarillion muchos lectores quedan desconcertados ante una compleja mitología de la Tierra Media, con un Dios Único y Creador (Eru Ilúvatar, en los idiomas élficos) y una serie de entidades celestiales intermedias de naturaleza angélica, los Valar.