El enternecedor y laureado relato autobiográfico de Esther Hautzig se ha convertido en un auténtico clásico leído por sucesivas generaciones en Estados Unidos y Europa, narra la historia de Esther y su familia, quienes a principios de la Segunda Guerra Mundial fueron deportados a Siberia, donde hubieron de permanecer cinco años. Siberia es el final del mundo, el sitio elegido por los soviéticos para castigar a los delincuentes comunes y a los disidentes políticos.