El autor reúne en este volumen quince trabajos posteriores a 1959, suscitados por coyunturas diversas, pero coincidentes en interpretar la Historia desde una perspectiva teológica, concretamente católica. La referencia primordial es la de Agustín de Hipona con su exégesis providencialista del curso de la Humanidad. El planteamiento del autor, más que teocéntrico es cristocéntrico.