Desde una visión existencialista en donde hasta lo material produce asco en el poeta, los olores tedio, sin ninguna puerta abierta a la trascendencia y encerrado en un "yo", el joven Pablo Neruda bucea por los recobecos más oscuros y tenebrosos del alma. Con el tiempo cambiará radicalmente su visión de la vida y en el "Canto General" será difícil reconocer al escritor de los años treinta y de los cuarenta.