Javier Paredes publica en este libro el perfil biográfico de los niños proclamados santos confesores oficialmente, es decir de los niños menores de quince años que han sido declarados santos por confesar su fe, sin haber sido mártires. Podría pensarse que a lo largo de toda la Historia de la Iglesia hay muchos, pero eso no es así. Lo cierto es que se pueden contar con los dedos de una mano: sólo hay un santo, Domingo Savio y tres beatos, Laura Vicuña, y Francisco y Jacinta, los dos pastorcitos de Fátima, inseparables de su prima LucÍa.