En Edith Stein, discípula de Husserl y convertida posteriormente al catolicismo, se produce el cruce de dos de las tradiciones filosóficas más fuertes y vigentes en el siglo XX: la fenomenología y el tomismo. Intentando ser fiel a su maestro, encuentra sin embargo algunos aspectos que traicionan su propio origen, la “vuelta a las cosas mismas” lema de la fenomenología.