Detrás del escepticismo, que parece declarado en el título Quod nihil scitur, surge una propuesta de estudio de las condiciones vigentes para la enseñanza de la filosofía natural, y de la medicina en particular. Plantea un discurso sobre el sujeto del conocimiento, sus capacidades y dificultades, abogando por un nuevo método en la fundamentación de las ciencias.