Manuel Godoy (Badajoz, 1767, París, 1851) pertenece a ese tipo de personajes, históricos cuyo desconocimiento parece proporcional a su importancia. Tradicionalmente se le ha considerado como uno de los gobernantes más funestos de la historia española, depravado y ambicioso sin límite, responsable, en fin, de los desvaríos de la Corona que dieron pie a la invasión de Napoleón. Sim embargo, como comprobará el lector de este libro, esa imagen está lejos de la realidad.