Finales de siglo xx en una región francesa en pleno declive industrial y económicamente y moralmente perjudicada. Martial Kermeur ha sido arrestado por la policía por haber lanzado al mar al promotor inmobiliario Antoine Lazenec. Martial relata al juez los motivos que le han llevado a esa situación: su divorcio, la custodia de su hijo Erwan, su jubilación y, sobre todo, los corruptos proyectos de Lazenec, quien ha estafado y dejado a Kermeur sin los ahorros de toda una vida.