Finales de siglo xx en una región francesa en pleno declive industrial y económicamente y moralmente perjudicada. Martial Kermeur ha sido arrestado por la policía por haber lanzado al mar al promotor inmobiliario Antoine Lazenec. Martial relata al juez los motivos que le han llevado a esa situación: su divorcio, la custodia de su hijo Erwan, su jubilación y, sobre todo, los corruptos proyectos de Lazenec, quien ha estafado y dejado a Kermeur sin los ahorros de toda una vida. La historia de Martial Kermeur es la historia de aquellos obreros sacrificados en nombre de la competitividad y el poderoso dinero. Una clase obrera traicionada y afligida que ha perdido el sentido de la revuelta. ¿Puede esto ser circunstancia atenuante en un crimen? Viel pone a sus lectores en la posición del juez.
Comentarios
Me ha recordado esta novela a
Me ha recordado esta novela a la de Delibes, “Señora de rojo sobre fondo gris”. En los dos casos se trata de una especie de monólogo, contando aspectos importantes de su vida, como si fuera una reflexión del por qué de las cosas, en la que el padre viudo habla a la hija. En este caso el protagonista le cuenta al juez, con todo tipo de detalles, cuales han sido las circunstancias de su vida en los últimos años, que le han llevado a matar a una persona. El tono es un tanto triste, de amargura, pero la descripción de los hechos es excelente. Da mucho que pensar en tantas situaciones que se dan en la vida y, sobre todo, al final deja al lector en un suspense que obliga a recapacitar. Merece la pena.
Buena novela en la que se
Buena novela en la que se relata la entrevista entre el asesino de un estafador y el juez, lo que permite conocer el pasado de unos y otros en una zona minera del norte de Francia bastante depauperada. Circunstancias duras que dan pie a plantearse interesantes dilemas morales. La prosa es de mucha calidad, así como el ritmo y el modo de narrar los hechos.