La perspectiva invertida nació de las clases que Florenski impartió entre 1921 y 1924 en la sede de la gran utopía educativa de los constructivistas rusos: los Talleres Superiores Artísticos y Técnicos del Estado (VKhUTEMAS). Familiarizado con los experimentos cubistas de Picasso, y trabajando desde el corazón mismo de la vorágine de la vanguardia rusa, Florenski procedió a una radical deconstrucción de los presupuestos científicos de la perspectiva geométrica.