La novelista inglesa Dorothy L. Sayers supo crear uno de los mejores y más distinguidos detectives de los viejos tiempos: lord Peter Wimsey, segundo hijo del duque de Denver, bibliófilo, sibarita, dandy y seductor profesional, que en sus ratos libres se dedica a la investigación en el neblinoso Londres de los años treinta. Peter Wimsey es considerado unánimemente como uno de los grandes detectives de la literatura, a la par de figuras como Sherlock Holmes, Hercules Poirot y el inspector Maigret.