Los quince relatos que componen "Dublineses" sorprendieron en su tiempo por la libertad de su lenguaje, la crudeza de los temas y las alusiones que salpican el texto. Sin embargo, la obra no pretendía escandalizar, sino ofrecer la visión global de la realidad, o, en palabras de James Joyce, 'denunciar el alma de esa hemiplejia o parálisis que algunos llaman ciudad'.