En la guerra de Corea, un capitán médico y el coronel-jefe de la unidad, cobarde y borracho, están enemistados. Coincidirán en el mismo campo norcoreano de prisioneros. El médico sabe que, cuando sean liberados, el militar le hará pagar sus enfrentamientos ante un Tribunal militar. Sólo cuenta con el apoyo del capellán católico de la unidad y el de la mujer que ama, que había ido a visitarle cuando ambos fueron hechos prisioneros.