El autor recrea su infancia en su pueblo (Sarnago) y recorre la comarca de La Alcarama a partir de la reconstrucción de un diario infantil. La fuerza de la evocación, el poder de recuperación de una civilización en vías de extinción, aparecen de nuevo en esta obra tan conmovedora. Ansiada continuación del testimonio que Abel ofreciera en "Historias de la Alcarama", obra finalista del Premio de la Crítica de Castilla y León 2009.