Los signos de los tiempos fueron pruebas fehacientes de la mesianidad de Jesucristo que justificaron la expectativa que invadió a Israel como clima precursor del advenimiento del Redentor. Esos signos marcarán también las grandes horas de la Historia, hasta la definitiva: el fin de los tiempos. Sobre estos acontecimientos, celados aún por el velo del misterio, trata este libro.