Las Moradas abren a cualquier lector un camino muy sencillo y humilde, practicable y eficaz. Este camino pasa por leer despacio el prólogo y dejarse llevar sucesivamente por los títulos de los 27 capítulos que constituyen el libro. Teresa de Jesús posee una habilidad singular para sintetizar en esos epígrafes lo que quiere decir, y no son más que un simple incentivo o aliciente que motiva al lector a internarse personalmente en el castillo teresiano.