Los protagonistas son los pacientes de un manicomio de lujo en Suiza, que ocultan personalidades muy cuerdas bajo las manías típicas de los locos. Hay enredos policiacos, un romance, malentendidos, buen humor.
Éste prodigioso relato no es sólo la descripción de la amistad que van anudando un joven paranoico recluido en un manicomio y el director del establecimiento, quien termina siendo acusado de demente e internado en la misma sala que su paciente, sino también una fábula acerca de la situación de frustración e impotencia de los intelectuales rusos del siglo XIX.
Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental. En su delirio, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Según una carta de su médico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesión es atentar contra la vida de su marido. La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud aparentemente normal confundirán a los médicos hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o en realidad padece un grave y peligroso trastorno psicológico.