Un anciano se asoma a la muerte que tiene la cara de su hija muerta con treinta años. El cántico lúgubre y crepúscular de un hombre al que sólo le queda desandar el camino. Joan Margarit toma la pluma y emprende un viaje a través de las entrañas gélidas y oscuras de la noche. Quiere regresar a la familia que fue, a la hija que murió y a la esposa con la que se quiso. Pero la llave no gira en la cerradura. Los radiadores de la casa están helados. Queda un refugio: la poesía, casa de misericordia para huérfanos de su pasado.