William Monk se encuentra patrullando el Támesis cerca del puente Waterloo al frente de su grupo de la Policía Fluvial, cuando ve una pareja, de pie cerca de la barandilla, forcejeando en lo que aparenta ser una violenta discusión. De forma inesperada ambos caen al agua encontrando la muerte. Monk no puede evitar preguntarse si se ha tratado de un accidente, un suicidio o un asesinato, y está decidido a intentarlo, aunque será casi imposible averiguarlo.