En este ensayo, Lewis realiza un análisis minucioso y explica las diferencias que existen entre los buenos lectores y los malos; entre los buenos críticos literarios y los malos. También expone con una sencillez admirable los mundos imaginarios que la literatura puede crear en la mente del lector, y al mismo tiempo, las consecuencias que tiene en la percepción de la realidad cotidiana personal.