Olga Bejano tiene un alma «color salmón», que es «el pez más aguerrido de los ríos, el que nada contra la corriente en las aguas torrenciales para perpetuar el ciclo de la vida». Este libro es un canto a la Vida y a la Luz Infinita. A pesar de sufrir una enfermedad neuromuscular y tener inmovilizado todo su cuerpo ha conseguido escribirlo con un movimiento casi imperceptible de su mano, ayudándose de su madre y su enfermera. En este libro nos contagia su fuerza y ánimo, su amor a la vida y su testimonio en la lucha por los derechos del enfermo; «derecho a vivir, no a morir».