La emergencia educativa, tantas veces descrita y anunciada por Benedicto XVI, pide un acercamiento nuevo a la educación, el acercamiento de una “pedagogía de las virtudes”. Este libro nos enseña cómo las virtudes favorecen una visión sapiencial del mundo en el que aparece la figura de un todo bello y unificado. Es esta figura lo que hace que la inteligencia se despierte cada vez más y pueda ser creativa.