Jesucristo anunció persecución: “Si me han perseguido a mí, también os perseguirán a vosotros”. Y así ha sido desde el mismo origen de su Iglesia. La Roma pagana martirizó a los primeros cristianos, y desde entonces hasta nuestros días es difícil encontrar períodos de calma.
El autor recorre la historia y el planeta, ofreciéndonos una síntesis y también unos motivos, que contribuyen a entender el sentido y la potencia de aquel mensaje.