El poemario se divide en seis libros, al modo de las "Summas" medievales. El poeta tinerfeño trasciende de lo cotidiano, a menudo biográfico, a la búsqueda del sentido de la vida, en un tono en general vitalista, sereno, con un estilo lleno de sonoridad, hímnico y meditativo, en el que el autor profundiza sobre el conocimiento, el amor, la creación poética, el bien, el olvido...