La novela arranca con un prefacio en el que Pelevin utiliza el mismo recurso cervantino: No sabemos quien es el autor del manuscrito. En ella se reconstruye la historia de las aventuras imaginadas por Pytotr Voyd, un joven ruso de San Petersburgo, un paciente de un hospital psiquiátrico de esta ciudad, enfermo de esquizofrenia, que cree estar sufriendo "flashbacks" de la guerra civil rusa.