El joven Barry Laverty, con su flamante título de médico bajo el brazo, se incorpora en la aldea de Ballybucklebo, en el Ulster, a su primer destino en la consulta del doctor Fingal Flahertie O’Reilly, un veterano grandullón que en su juventud había servido como médico de la armada y practicado el boxeo, y que ejerce la medicina de una manera poco ortodoxa.