Una verdadera invitación a la esperanza. En las diversas cartas los jóvenes plantean al Papa algunas cuestiones fundamentales sobre la vida y de la convivencia humana.
A los jóvenes les urge encontrar respuestas a sus preguntas más profundas:
¿Qué será de mí? ¿Qué profesión será la mejor? ¿Cuál es mi vocación?
¿Cómo puedo rezar? ¿Cómo reconocer a Dios en la vida diaria? ¿Le importa a Dios mi sufrimiento?
¿Cómo encontrar el amor de mi vida? Y después, ¿qué?