En este libro se recoge una magnífica muestra de la capacidad narrativa de Sienkiewicz por lo que a los cuentos se refiere. Las nueve piezas (Janko el músico, De las memorias de un maestro de Poznan, Orso, En busca del pan, El ángel-Una estampa rural, El farero, Recuerdos de Mariposa, Bartek el vencedor y Sachem) constituyen elementos maestros del género. El estilo lúgubre y mordaz de Sienkiewicz entronca directamente con la narrativa rusa de Andréi Platónov, quien llevó al extremo la sordidez tanto material como espiritual de la Unión Soviética.