Estos relatos, de gran calidad literaria, versan sobre temas sencillos y cotidianos, en los cuales los elementos fantásticos se presentan con una técnica tan sencilla que puede pasar inadvertida. La obra, muy cuidada, pone de relieve la fértil imaginación de su autora. Si bien en ocasiones su imponente obra novelística (La plaza del Diamante, La calle de las Camelias, Jardín junto al mar, Cuánta, cuánta guerra...) ha hecho sombra a su cuentística, Mercè Rodoreda es autora de algunos de los relatos más antologados, traducidos y elogiados del siglo xx.