El apacible sonido del viento entre las hojas de los árboles será el suave ruido de fondo que envuelva la cotidianidad que muestran los relatos de González Sainz. Breves y llenos de significado, llevan al lector a preguntarse sobre la posibilidad de elegir, aunque al final siempre se elija lo mismo. Esta posibilidad es lo que dará alas a quien se sabe libre. Porque la libertad no es hacer una cosa, sino el poder hacerla. Las hojas mecidas serán testigos imperturbables, a veces insensibles, del inexorable paso del tiempo.