El apacible sonido del viento entre las hojas de los árboles será el suave ruido de fondo que envuelva la cotidianidad que muestran los relatos de González Sainz. Breves y llenos de significado, llevan al lector a preguntarse sobre la posibilidad de elegir, aunque al final siempre se elija lo mismo. Esta posibilidad es lo que dará alas a quien se sabe libre. Porque la libertad no es hacer una cosa, sino el poder hacerla. Las hojas mecidas serán testigos imperturbables, a veces insensibles, del inexorable paso del tiempo. Serán como el susurro interno de quienes se afanan por entender la vida y la muerte, siempre presentes en su existencia. La consideración sobre lo irremediable, junto a lo previsible, pensamientos, dudas, elucubraciones, y el filosofar sobre lo más simple y propio de la vida será la pauta de los personajes.
Comentarios
El libro recoge una serie de
El libro recoge una serie de relatos de temática variada, bien escritos y con chispa, con intuición certera que desarrolla con prosa ágil y pulida.
No voy a detenerme en el contenido de cada relato –hay que leer el libro-, pero quiero consignar que uno de ellos tiene un trasfondo erótico en el que, con su fina sensibilidad, el autor no acierta a contemplar la belleza femenina con mirada limpia.
En sus relatos, J.A. González Sainz, hace aflorar el filósofo que llevamos dentro, dando contenido que, a mi parecer, no acierta en ocasiones a profundizar, presentando temas y esbozándolos de manera somera. Así resulta pobre su idea de libertad; o el entrelazamiento entre lo subjetivo y lo objetivo –el mundo interior y el mundo real-, considerándolos diametralmente diversos haciendo aflorar el miedo a la hora de dar el paso del uno al otro, recreándose en la apreciación subjetiva.
El tema del miedo aparece también en su relación con “Él”, con una actitud distante e identificando el miedo con la esperanza en “Él”… En fin. El lector valore.