Revelación. Salvación. Cristo y su Iglesia.

Este libro se terminó de escribir antes de que la pandemia del coronavirus se extendiese por el mundo. Ha sido un fenómeno lo suficientemente grave, universal y duradero, como para hacernos reflexionar y, en miles de personas, ha supuesto un "retorno a lo esencial".

Estas páginas tratan sobre lo esencial: el hombre moderno parece no necesitar a Dios. Y, con semejante actitud, olvida

En el año 2000 la Congregación para la Doctrina de la Fe, que presidía el Cardenal Ratzinger, hacía pública, con la firma del Pontífice, la Declaración "Dominus Iesus", sobre la Unicidad y Universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia. Unicidad salvífica de Cristo significa que "no se nos ha dado otro nombre por el que podamos ser salvos" (Act.4,12). Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, segunda Persona de la Santísima Trinidad, es el único que puede ofrecer al Padre el sacrificio para el perdón de los pecados y la reconciliación de la humanidad con Dios.