A los santuarios marianos acuden muchas personas. Unas lo hacen por motivos religiosos; otras por diferentes razones entre las que no se excluye el turismo. Para muchos su estancia supone, cuando menos, un tiempo de sosiego y reflexión.
Cumplida su condena de cárcel, Fernando peregrina al Santuario de Torreciudad decidido a ofrecer a la Virgen este sacrificio y a hablar de Dios a quien encuentre en el camino.