Exaltación nacionalista, glorificación del espíritu y los valores militares, ferviente catolicismo, hispanidad y preferencia por formas y estilos clásicos y tradicionales fueron los principios que en un primer momento definieron la cultura franquista. En los años de la posguerra, por lo general el arte público fue militante y conmemorativo, la literatura y el cine extremadamente ideologizados, mera propaganda, y la historiografía en los años cuarenta retóricamente nacionalista.