Ignatius J. Reilly, hijo de una mujer viuda y licenciado en Literatura, se considera especialmente poco dotado para la vida laboral. Residente en Nueva Orleans, su ambición es escribir la gran denuncia de su tiempo -tan falto de teología y geometría- al modo de Boetio en su Consolación de la filosofía. Pero Boetio estaba encerrado en prisión por orden del emperador Teodosio, mientras que Ignatius se encierra en su cuarto para no escuchar a su madre pedir que salga a buscar trabajo.